sábado, 25 de junio de 2022

Los niños como él no van a la escuela

Me sentía aún débil, pero salí a comprar frutas, tal vez me haría sentir mejor.

El sol ardía perpendicular. Nunca planeo las cosas. Así que compré un cactus que ví en el camino.

Cruce la calle pero había tanto tráfico y no era la 5ta avenida.

No es buena idea leer las etiquetas de los productos. Creeme.

Dos horas y al fin acabé en la caja registradora. 

Lo observo, me observa. 

De nuevo el mismo niño que siempre empaca mis cosas.

Me dijo gracias y yo tambien.

Regresé a casa y mi gata ronronea a mis pies. 

Cayó la noche y alguna tragedia ocurrió abajo. Escuché gritos de niños y de pronto un gran tumulto parece estremecer mi calle. La manzana sabe algo extraña. 

El niño que empacaba lucia más grande, lo he visto crecer en ese lugar. 

Hoy es sábado, pero los lunes también está alli. 

Siempre he querido preguntarle si estudia, pero no hace falta. 

Los niños como él no van a la escuela y salir a comprar frutas no me hizo sentir mejor.

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