PALABRAS Y ESTRELLAS

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Siempre sentí rechazo hacia la mentira, pero nunca me detuve a pensar la razón. Un día, o mejor dicho, una noche, me tumbé a mirar las estrellas otra vez. Por qué me molesta tanto que me mientan, me pregunté. Las estrellas están hechas de luz, o de polvo cósmico, no lo sé, pero si ellas decidieran no brillar le restarían valor a su esencia, entonces cuando alguien miente le resta valor a las palabras, ¿y de qué somos sino de palabras? Hay quienes dicen que somos lo que hacemos, pero ¿qué son los hechos? Yo fui a mirar las estrellas porque las palabras me condujeron a ello, porque mi pensamiento me dio el valor para hacerlo, pensé y lo hice y cuando lo hice, volví a pensar. Entonces, cuando alguien miente rompe con la belleza de las palabras, con su poder. Si mientes no eres tú, sino un libro en blanco, o un cielo sin estrellas.